Metodología de formación
Tenemos contrastado que en la formación dirigida a adultos, se obtiene una mayor eficacia y permanencia en el tiempo de lo transmitido, cuando nos replanteamos la distribución clásica de los recursos que se invierten en cada una de sus fases.
Nuestro modelo apuesta por un incremento de la fase de Preparación, un ajuste de la fase de Impartición, invirtiendo la mayor parte de los esfuerzos y recursos en la fase de Seguimiento.
Incrementar la fase de preparación permite una máxima adaptación a las necesidades formativas de cada caso, pero para garantizarnos el éxito, el grueso del esfuerzo lo aplicamos en la fase de seguimiento. Al finalizar cada acción formativa cada participante y formador diseñan planes de acción ad hoc de manera que puedan aplicar lo aprendido a su puesto de trabajo, para después ir realizando un seguimiento conjunto del grado de cumplimiento del plan. Además abrimos una línea de comunicación para resolver cualquier cuestión o duda que pudiera presentarse durante la ejecución de dichos planes de acción.
Con ello aseguramos un aumento de la implicación de las personas, y una mayor transferencia y permanencia de todo lo aprehendido al día a día.